Nadie
nos ha preguntado si nos gusta vivir entre tanta incertidumbre. Quizás es por
eso que a veces aspiramos sin quererlo a la unidad, echamos de menos un logos
vertebrador entre tanta dispersión. Pero tenemos que reconocer que no nos
sentimos del todo incómodos en esta sensación de infinitud, de obra abierta e
inacabada, de construcción permanente.
Intuimos
que somos post-alguna-cosa. ¿Llevas gafas? A lo mejor eres un cyborg porque
estás modificando tu percepción a través de una máquina. Y si tu abuelo lleva
marcapasos no se lo digas a tus padres porque a lo mejor no lo entienden, pero
no cabe duda, la tecnología se inscribe en su cuerpo para poder continuar
viviendo... Cyborgs, "bípedos implumes", humanos deshumanizados,
quién sabe. Lo que está claro es que se llevan las corrientes post-algo:
postestructuralistas, postmaterialistas, postcoloniales... Porque de eso se
trata al fin y al cabo, ¿no? En eso consiste la postmodernidad, en cuestionar
la modernidad, sus sombras y fracasos, y ser la alternativa, lo que viene
después. Aunque cuidado, hay quien afirma que la postmodernidad ha muerto,
¿dónde nos deja esto entonces?*
Si
ser postmoderno ya era una tarea bastante compleja en la medida que suponía
cuestionarlo todo, deconstruir las falacias de nuestro pensamiento dualista
occidental, creer en el lenguaje como herramienta que constituye la realidad
(linguistic turn), y reconocer nuestra incapacidad para conocer dicha realidad
si no es a través de las versiones de realidad que nos llegan de ésta (Goodman 1995),
entonces ¿qué significa ser postpostmoderno?
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Postmodern way of thinking. Calvin & Hobbes |
En este blog no encontraréis la respuesta, tan sólo las preguntas. En el mejor de los casos, algunas hipótesis. Pero no os confundáis. Los chicos de Love of lesbian dicen que «lo importante no es tener principios, es tener finales.» Nada más lejos. Si estamos aquí es porque todavía creemos en la importancia de los comienzos, y poco nos importan los finales. Y si ofrecer resistencia a la figura del tontolektor, a los mecanismos de control, a la homogeneidad, a la estupidez, y a las verdades absolutas puede considerarse como un principio, entonces sí, somos gente de principios.